La niña...

La niña... precoz es mi niña, tan bonita y con pecas cafés es mi niña,
con ojos como almendras y alas rotas de hada; esa es mi niña.
Nadie supo, sólo yo entendí lo que ella tenía, y es feliz; ... en mis brazos.
La niña, con vestido amarillo y un rostro tornasol, floreado, coloreado,
con los brazos puestos en un abrazo que con urgencia pide cariño,
y que aleje para siempre el susurro maligno.
La niña, que duerme oculta con sus ojos velados para darme la sorpresa;
de su amanecer radiante y lleno de sueños que quiere cumplir conmigo,
abrazándola, amándola, acurrucándola, haciéndola dormir....
la niña que quiere comportarse como mi niña, como la más mimada,
ajena al sediento y mordaz peligro de la noche.. ¡¡pero que importa!!
yo estoy para cuidarte.
La niña que me pide un beso, que me roba el regazo, el suspiro,
y la mirada para sólo fijarme en ella, desde que la vi en el sol de octubre.
La niña que ha robado con su vestido, su nariz, sus cabello, su mirada,
los nervios de mi mente, del tonto enamorado que nadie ha mirado.
La niña que me espera en un anden de tren, a que llegue la hora de mi arribo,
para pedirme con lágrimas de emoción y dulzura que ame su vida,
¡¡como nadie mas la ha amado!! , para recorrer su carita, y su pecho contorneado.

Tu y yo por siempre

Erick Rodríguez A.

"Hogar, invierno, desarticulado"

Miré tu casa con desconsuelo incierto
 cada vez que habité entre tu rostro;
tu carne sin atadura y los ojos atados a mi miedo
 fueron mi desdicha y mi fortuna  locuaz.
¡Que lindo puede ser un día en que el frió y las nubles hablen por mi espíritu! ...

La verdad blasfema de mi mundo sin habitaciones,
y las hojas del tiempo 
que son como el entierro inquieto de un muñeco trastornado,
son mi sonrisa ínfima, 
de madrugadas  de humo y de hierbas,
machacadas, cortadas, iluminadas, purgadas.
Mi sangre es de un santuario de execración, 
son confusiones que se transforman en arte,
mis descolocadas figuras y mis nervios de aneurisma,
ya son parte del dibujo masacrado por tus flores;
de los lirios tormentosos y de mi gran secreto consternado.

Yo soy tu fe, yo soy tu perdición, yo soy tu camino... me decía el inútil muñeco.
Tapado con la letras de Zaratustra el dragón,
y vestido con las telas de Nietzsche el jinete enfermo,
bailando entre las olas de la bruja escarlata y el cielo de color morado,
fui la presa perfecta del susurro del amor cabizbajo,
de la flauta que pernocta en la arena podrida,
del útero perfecto de la sirena negra,
de los labios descarnados que pupulean sangre.  

Soy Feliz....
 Erick Rodríguez A. 

Mi hermana, la tácita

"Mi hermana, la tácita"

A mi hermana Dany...

Entre la pared de la vieja casa y el vestido gitano que cubre su lecho,
se despierta entre el velo, su ternura y sus piececitos gastados
una mirada inocente que no sabe de palabras,
que llora en el silencio, en una quejumbrosa mirada.
¿Qué sabe ella de la rabia o la pestilencia?
¿qué diría ella del dolor de mamá?
Ella no entiende nada sin duda,
pero en su pechito quedarán marcadas aquellas sombras que habitaron el panteón,
el cual fué su casa, mi casa y nuestro barco; el cual fue llamado Necrópolis.
Oculta sin llave para que nadie la abra,
cabizbaja y taciturnia para que nadie la destripe,
sola y tan dura para no reventar en llanto,
destructiva y despiada para que nadie descubra su encanto.
Se crió en confusión maternal y tan sólo con la marca del hombre más machado,
hombre que le hizo falta en los cariños y que provoca que ella... se desarme entera.
¿Quién es ella? ¿porqué sus pupilas dilatadas? dirá aquel que no conoce su amor...
Entrañable y amorosa aunque no lo creas es ella;
¡ Aunque a gritos desmorone su cuerpo!
¡Aunque con lengua de apareciencia maldita odie, mate, destruya o explote! ,
ella es así; y su encanto pocos lo saben.
Mi hermana, con sus dedos hinchados por el frio,
dibuja con crayones la ensenada de sus huesos, de su piel blanca y su miedo,
para que ni tu, ni yo, ni el mundo de terror, descifre en su cuadro interior,
las estrellas que forman su tácita impresión.



Un abrazo a todos, cualquier cosa estoy a vuestra disposición

Erick Rodríguez A.