Eran catorce....

Te ríes... de mi sangrada libertad
te ries de mi dolor interno.....
¡¿Porque amasas mis deseos de incolores dolores y pasiones transtornadas?!
Demonio del silencio que cubres mi amalgamada sombra,
que te precipitas en mi boca y mi corazon se llena de pena.

El dolor de pecho se intensifica como violines de moribunda inocencia,
como tristeza amargada y como ojos de pena que se rinden en tristeza.
¡¡¡¡Es antiguo ya mi dolor!!!!! No ha mutado.
Solo a veces se acurruca para no ser encontrado, pero busca
la senda tormentosa para que ella pueda salir de mis labios.

Y el atardecer... que ya parece ocaso,
que guarda tu figura y tu silueta tan exaltada,
como cuando te metes de improviso en mis pensamientos,
y solo tengo tu recuerdo de tu pena tan acariciada.... y tan enmarcada.

Mi llanto blasfemo de incredulidad divina,
y mi llano desertico de rosas negras y oxidadas,
son el paisaje oculto de mi mente sofocada,
de fantasmas y muertes que me han sido regaladas.

¿Sublime es la depresion que mi alma ha vomitado?
mareado y sin vida este mundo me ha acariciado,
has tomado ser glorioso mi insomnio rebentado,
y mi carne demacrada de transtornos y fantasmas.

Te amo... soy un suicida con forma de esqueleto.
soy voluble y tan triste, y con forma de silencio,
te extraño tanto.. y tengo rostro de cariño,
te anhelo tanto... que contigo viaje a la luna,
te siento tanto... que una playa me dormí.
Erick Rodríguez